Pulsera de cobre budista

El origen de la pulsera de cobre budista

La pulsera budista es una pieza de joyería que existe desde hace más de 3000 años. Tiene un papel importante entre los practicantes budistas porque se utilizaba durante los rituales religiosos y durante las sesiones de meditación de los monjes budistas.

En cuanto al cobre, fue descubierto aproximadamente en la misma época. Este metal fue rápidamente reconocido por sus múltiples virtudes. Fueron los primeros indios y aztecas quienes descubrieron las propiedades curativas del cobre.

Posteriormente, este metal será apreciado por su bellísimo color y su brillo. Se asocia rápidamente con Afrodita, la diosa de la belleza y lo encontramos en los lugares de culto con fines decorativos, pero también en numerosas piezas de joyería, incluidas las pulseras.

A lo largo de los siglos, la pulsera budista de cobre se seguirá llevando en muchas muñecas, tanto por sus prestaciones como por su estética.

Los beneficios de una pulsera de cobre budista

Al llevar esta joya en tu muñeca, te beneficiarás de los múltiples beneficios de este metal. De hecho, el cobre es un metal muy conductor que facilitará la circulación de tu energía interna. Esto dará como resultado una mejor condición física y una mayor felicidad. Además, si practicas meditación y yoga, esta joya es perfecta para ayudarte a canalizar tu energía.

También se sabe que las pulseras de cobre alivian el dolor en las articulaciones. Su acción positiva sobre la inflamación articular está científicamente demostrada. Esto se explica por el hecho de que favorece la síntesis de prostaglandinas antiinflamatorias. Este metal también es conocido por sus propiedades antioxidantes. Por tanto, ayuda a limitar el envejecimiento celular.

En definitiva, la pulsera budista de cobre es una joya muy apreciada por su estilo, pero también por sus múltiples beneficios.